22 may 2012

LUZ,VOLUMEN Y PASIÓN

LUZ, VOLUMEN Y PASIÓN 

Hace ya unos años que mi amiga la pintora Violeta Valdor andaba interesada en plasmar pictóricamente
la belleza del cuerpo de la mujer embarazada, subrayando los aspectos de plenitud y rotundidad de las turgencias propias de una situación que durante años la cultura prevaleciente tendía a esconder como si se tratase de una fealdad, de algo que había que esconder, de un accidente negativo y afortunadamente pasajero.

En magníficos pasteles, a veces en temples al huevo -casi siempre sobre madera y muy bien tratados, con un bruñido excepcional- en deliciosos carboncillos abocetados, todo ello y a menudo con composiciones insólitas y osadas -escorzos, planteamientos asimétricos…-, siempre pintando ante modelos al natural y no usando fotografías -procedimiento éste más adulterado-, ha realizado una serie de bellísimos ejercicios en los que emerge poderosa la volumetría propia de la situación gozosa, fecunda, pletórica que desea exaltar.

El desnudo femenino ha sido tema recurrente en la Historia del Arte a lo largo de siglos. Incluso el embarazo de la mujer: piénsese solamente en la esposa Arnolfini de Van Eyck y en la Madonna del Parto de Piero della Francesca. Pero el tema escogido por Violeta Valdor en la presente exposición es nuevo: el desnudo femenino grávido, opulento, rico como un cuerno de la abundancia. 

El título dado a toda la serie, de bíblicas resonancias pero afín al sentimiento de todas las culturas -“…y bendito sea el fruto de tu vientre”- introduce a la aplicación en algunos títulos del uso que de este tema han hecho los poetas, con la culminación migueliana de aquel bellísimo “menos tu vientre nada es seguro, todo es oscuro”, que Violeta trata con negros luminosos, como luminosa -plástica y me atrevería a decir que militantemente- es toda la obra que la ha ocupado en estos años.

Isidre Bravo. Profesor de Escenografía del Instituto del teatro de Barcelona               
11 sep. 2005