Ellas hablan

el iglú de Vera

" Cuando me propusieron como regalo para festejar mi futura maternidad posar para un cuadro que recordara ese momento, sentí que se me planteaba un reto, al mismo tiempo que me invadía el cosquilleo de anticipar algo muy hermoso que se estaba fraguando.

Un reto, para mí, era contemplar mi cuerpo cada vez más redondeado y encontrarlo bello, y pleno, y único. Y además mostrarlo, y dejar constancia de él.

Me sorprendí a mí misma disfrutando la belleza de mi cuerpo habitado y distinto mucho antes de lo que pensaba. Porque dentro de mí latía algo que trascendía la simple forma visible. Que me cargaba de significado. Luego conocí a Violeta, y me sorprendió la sencillez con la que todo fluía. Lo fácil que fue mostrarme. Y cómo, a través de sus trazos en el papel y su cálida conversación, no solamente revelaba mi cuerpo, sino también mi interior, mi historia, la historia de mi bebé, que quedaba plasmada de alguna manera entre las suaves ondulaciones de color en el cuadro.

Esos días vividos frente al caballete de Violeta, dejando a la luz de la tarde sugerir las sombras y los volúmenes de mi barriga –mi iglú, como ella decía, el perfil que mi pequeña hacía tan inconfundible insinuando su cabecita, arriba, empeñada como estaba en venir al mundo de nalgas– fueron una especie de ceremonia de bienvenida. Una fiesta llena de poesía, oficiada en la distancia y en la presencia por muchas personas, amigos que quisieron regalarme esta experiencia tan inolvidable y que tendieron una red de hilos invisibles hasta mi vientre. Una red de cariño que he sentido muy presente y que me ha ayudado a atravesar los retos de esta asombrosa y deslumbrante etapa de mi vida."

Maribel

Santander. 2 de junio  de 2014

" Era la primera vez que posaba, no sabía muy bien cómo sería, aunque una cosa sí tenía clara, el resultado sería genial. Un proceso en dos sesiones separadas por unos días. En la primera descubriendo algo nuevo para mi, pero sorprendentemente, también descubriéndome a mi misma.

Este es el principal sentimiento que me provocó ver el resultado. Me reconocía sí, por supuesto! Mucho mejor que en un espejo y que en una foto.  Y me explico. Mejor que en un espejo porque, al menos yo, durante estos 7 meses me he mirado y mucho al espejo, pero con mis ojos. He visto los cambios en mi cuerpo, lentos progresos, o al menos era mi sensación hasta ese momento. Y ¿qué hacía para darme cuenta de esos cambios con el paso de las semanas y de los meses? Pues hacerme fotos, de perfil sobre todo. Hasta entonces esa era mi visión de mis cambios, de cómo Eric iba creciendo dentro de mi.

Pero todo cambió cuando tuve delante el retrato. Ver el proceso fue único para mí, ver como Violeta captó rápidamente mi realidad, cómo trabajó con mimo cada trazo. Y comprobar el resultado ya fue lo más. Y se lo dije: “no lo sabía, pero esto era lo que yo quería. No quería un book de fotos, quería algo más real y más cálido”, igual que estaba siendo mi proceso interior, tanto a nivel físico como a nivel emocional.

Y lo tengo, gracias a Maribel Costa y gracias a unas manos hábiles, delicadas, pero decididas, las de Violeta.  Este es un gran trabajo de una gran artista, pero para mi también es una conexión con ellas dos y también conmigo misma."

Susanna González

Barcelona, Junio 2012

la primera fuente de Oliver

" Me ha encantado acordarme de nuevo de aquellos días maravillosos para mi.              !! Qué suerte!!

Yo disfruté de todos y cada uno de los días que estuve embarazada de Óliver. Para mi el embarazo fue un estado de felicidad y armonía que viví, superada la etapa inicial de sueño sin tregua, con mucha energía y con un montón de ganas y vitalidad renovadas. Entre las muchas experiencias que viví embarazada, quizá una de las más personales y de conexión con mi cuerpo y con mi nuevo estado fue la de posar para Violeta, pintora de sensibilidad elevada, que me hizo sentir que la barriga enorme que tenía era bella desnuda y me mostró un punto de vista nuevo desde el que admirar nuestra maternidad. Posar embarazada fue para mi un ejercicio de calma, de conexión con Óliver y de libertad. "

Julia Fernandez. 
Santander. 5 de marzo de 2012

la primera casa de JON 

LA PINTURA DE MI EMBARAZO

" Ya nunca más tendré esa barriga. Podré estar gorda pero no embarazada, y aunque llegara a estarlo de nuevo, no sería el mismo embarazo. La historia no se repite para algunas experiencias.

Y no estoy hablando sólo de una felicidad nacida del hecho de haber querido tener un hijo y conseguirlo. Hablo, sobre todo, de una felicidad física y profunda, inducida por alguna hormona, que me hizo llevadera la pesadez de mis piernas y de una barriga que iba en aumento día a día y que, además, me daba el placer de sentir y de pensar el mundo de una forma vital y hermosa. Podría añadir muchos más adjetivos.

Todas vivimos el embarazo de manera distinta. Durante ese periodo no sólo nos cambia el cuerpo sino también nuestros pensamientos y deseos, nuestro carácter. Nos encontramos frente al milagro de las hormonas que pueden llenarte de una gran felicidad. Y este fue mi caso. Sé que hay otros.

Por eso, cuando Violeta me propuso posar para ella, no tuve ninguna duda. He de confesar que fue una decisión egoísta. Yo podía sentir muchas cosas que ella no sentía, pero no verme como ella podía hacerlo. Cuando vives algo intensamente tienes la mirada raptada, hacia dentro y, en cierto modo, no ves. Yo necesitaba una imagen exterior de mí misma, pero no cualquiera. 

" la flor de l´abraçada ja ha granat "

( Joan Maragall )

Y tuve la suerte de dar con una artista del cuerpo humano, Violeta Valdor, que en aquellos momentos emprendía el proyecto de dibujar y pintar los cuerpos de mujeres embarazadas. Era una mirada desde fuera, amén de mirada de artista. Qué mejor evocación de mi cuerpo, qué mejor recreación del color y volumen de mi barriga, la amplitud y oscuridad de los pezones, esa laxitud de los brazos en desventaja,la espera sin prisa, el tiempo detenido y pleno...

Ya han pasado los años, Violeta, las hormonas vuelven inexorablemente a su redil y la memoria es caprichosa. Gracias por poder ver esa felicidad en tus cuadros. "

Carmen A.

Barcelona, 18 de febrero de 2012

                          

" El nido de las nueve lunas " ( M. Marcano )

"Para mi fue una experiencia  ENTRAÑABLE Y DE ORGULLO A LA VEZ ….. yo no sufrí por mi apariencia, todo lo contrario   ESTABA ORGULLOSA DE MI BARRIGA  ¡¡¡ , ES LO MAS HERMOSO QUE HE SENTIDO NUNCA ¡¡¡ y que quedase reflejado para la ETERNIDAD me parecía UN AUTENTICO LUJO Y MILAGRO ¡¡¡¡ que le debo a mi QUERIDA HERMANA POSTIZA  VIOLETA ¡¡¡¡ creo que la emoción que sentí cuando me HIJO NOAH fue consciente de ese cuadro y lo que en el se reflejaba HA SIDO LO MAS ¡¡¡¡¡ …

Bueno y lo dejo de momento que me estoy poniendo tierna… los ojos vidriosos ¡¡¡¡... es que me emociono."

Maribel Costa

St.Pere de Ribas. Enero del 2012

                               

" i del teu cos, que és part del meu, s'engendren noves vides "

( Carles Duarte )

"Viví mi primer embarazo sumida en una nube de felicidad y hormonas en explosión, el día del posado - al calor de la familia-  le dio a mi estado una nueva dimension de conexión con la nueva vida que llevaba dentro, sintiéndome aún más libre con mi cuerpo y entonces todo fluye y se conecta." 

Raquel Manzanares 

Santander. Enero del 2012

" Para mi la maternidad fue algo orgánico, natural y embarazarme supuso
la culminación de un proyecto de amor, total, sin reservas, una continuación  de mis ganas de vivir, de compartir y de expresarme através de otra vida; qué fuerte que suena, no? pero lo viví así, como una apuesta por la belleza,  el sacrificio, la paciencia, el cuidado,el dolor, el misterio...... ¿ qué bonito, eh?? También diré que compartir con Violeta estos sentimientos añadieron belleza, si además de su arte cabe, al tratarse de una relación de complicidad femenina; casi lo recibí como una bienvenida muy especial  al universo maternal de la mujer, lleno de luces y sombras,  pero un placer cuando te unes a mujeres que no renuncian por ello a ser ellas mismas.

Qué chulo recordar con estas frases lo vivido.Un honor. " 

Olga Pena 

Barcelona. Diciembre del 2011